Despedido por faltar al trabajo: ¿es posible?

El tema de las ausencias en el trabajo es uno de los aspectos más delicados en la relación laboral. Faltar al trabajo, incluso por razones válidas, puede tener repercusiones graves. Conocer la normativa laboral y cómo manejar las ausencias es crucial para proteger tu empleo. A continuación, exploraremos en detalle las implicaciones de faltar al trabajo y cómo justificar adecuadamente una ausencia.
La normativa laboral y las ausencias injustificadas
En el marco de la legislación laboral española, el tratamiento de las ausencias injustificadas ha cambiado significativamente en los últimos años. En 2020, se derogó el artículo 52 del Estatuto de los Trabajadores, que permitía el despido objetivo por faltas de asistencia, incluso si estaban justificadas, si superaban ciertos porcentajes. Esto significa que las ausencias justificadas ya no son motivo de despido objetivo en sí mismas.
El Estatuto de los Trabajadores, en su artículo 54, establece que las faltas reiteradas e injustificadas de asistencia o puntualidad pueden ser causa de despido disciplinario. Sin embargo, no se especifica un número exacto de ausencias que justifiquen esta acción, lo que deja espacio para la interpretación en función de cada caso y del convenio colectivo aplicable. Es esencial que las faltas sean reiteradas y suficientemente graves para llevar a cabo un despido disciplinario.
Las ausencias justificadas en España incluyen situaciones como:
- Motivos médicos acreditados, respaldados con un parte de baja.
- Fuerza mayor, como citas judiciales o emergencias familiares.
- Permisos retribuidos, que pueden estar especificados en los convenios colectivos.
Es importante revisar los convenios colectivos aplicables, ya que pueden ampliar la lista de razones justificadas para faltar al trabajo.
Motivos de despido por faltas de asistencia
Faltar al trabajo un solo día no suele ser motivo para un despido inmediato, a menos que cause un perjuicio grave a la empresa. Sin embargo, hay ciertas circunstancias en las que las ausencias pueden tener consecuencias más severas:
- Faltas reiteradas: La acumulación de ausencias injustificadas puede justificar un despido.
- Impacto en la empresa: Si tu ausencia afecta significativamente las operaciones o el rendimiento de tu equipo, esto podría considerarse una falta grave.
- Normas del convenio colectivo: Algunos convenios pueden especificar cuántas faltas son necesarias para aplicar sanciones disciplinarias.
La empresa debe seguir un procedimiento disciplinario adecuado y respetar la proporcionalidad en la sanción. La jurisprudencia ha señalado que un despido basado en una sola falta injustificada se considera desproporcionado, salvo en casos de gravedad extrema.
Cómo justificar una ausencia de manera efectiva
Si eres consciente de que no podrás asistir al trabajo, aquí te recomendamos cómo gestionar la situación:
- Notifica tu ausencia de inmediato: Informar a tu jefe o al departamento de recursos humanos lo antes posible es clave. Una comunicación temprana demuestra responsabilidad y permite a la empresa gestionar tu ausencia adecuadamente.
- Presenta los justificantes pertinentes: Si la razón de tu ausencia es médica, asegúrate de obtener un parte de baja médica. Para otras situaciones, presenta la documentación que respalde tu ausencia.
- Revisa tu convenio colectivo: Asegúrate de que tu justificación cumple con los requisitos establecidos en tu convenio, incluyendo plazos y procedimientos específicos.
Repercusiones de no justificar una ausencia
Las consecuencias de no justificar una ausencia pueden ser diversas y dependen de la política de la empresa, el convenio colectivo y el historial laboral del empleado. Algunas posibles repercusiones incluyen:
- Advertencias por escrito: Las empresas suelen emitir advertencias formales como primer paso para documentar la infracción antes de tomar medidas más severas.
- Descuentos salariales: La legislación permite a las empresas descontar el salario por días no trabajados sin justificación.
- Sanciones disciplinarias: En casos graves, se pueden aplicar medidas como la suspensión temporal de empleo y sueldo, lo cual refleja la gravedad de la infracción.
- Despido disciplinario: Si las ausencias injustificadas se repiten o causan graves problemas a la organización, pueden resultar en un despido, que debe ser justificado y procedente para evitar reclamaciones.
Qué hacer si consideras que tu despido fue injustificado
Si piensas que has sido despedido injustamente debido a una falta, es crucial actuar de inmediato y seguir un plan para defender tus derechos. Aquí tienes algunos pasos recomendados:
- Reúne toda la documentación: Incluye justificantes, correos electrónicos y cualquier evidencia que respalde tu caso. Un parte médico o una citación judicial pueden ser pruebas valiosas.
- Consulta a un abogado laboralista: Este profesional evaluará tu situación y determinará si el despido cumple con las normativas legales. Muchas veces, los despidos por una falta aislada pueden considerarse desproporcionados, lo que podría dar pie a una reclamación por despido improcedente.
- Presenta una reclamación formal: Dirígete al Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC), que mediará entre tú y la empresa para intentar llegar a un acuerdo sin necesidad de llegar a juicio.
Recuerda que en España, tienes un plazo de 20 días hábiles desde la fecha del despido para interponer una demanda por despido improcedente. Es fundamental no dejar pasar este plazo, ya que podrías perder la oportunidad de reclamar tus derechos legalmente.
Para profundizar más sobre tus derechos laborales, te recomendamos ver el siguiente vídeo que aborda el tema del despido por faltas:
Si quieres conocer otros artículos parecidos a Despedido por faltar al trabajo: ¿es posible? puedes visitar la categoría Noticias.
Agregar un comentario