Requisitos para cobrar el paro en España tras perder el empleo

La pérdida del empleo puede ser una de las etapas más desafiantes en la vida de una persona. En situaciones de desempleo, el conocimiento sobre las ayudas disponibles y los requisitos necesarios para acceder a ellas se convierte en un recurso invaluable para mitigar el impacto económico y emocional. En España, el sistema de protección por desempleo, administrado por el SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal), ofrece diversas prestaciones que pueden ser de gran apoyo en estos momentos difíciles. A continuación, exploraremos a fondo los requisitos y aspectos clave que debes conocer para cobrar el paro.
¿Quién puede cobrar el paro?
Cuando hablamos del «paro» en España, nos referimos a la prestación contributiva que ofrece el SEPE a aquellas personas que han perdido su empleo. Para ser elegible, es necesario cumplir con una serie de criterios fundamentales:
- Haber trabajado y cotizado al menos 360 días en los últimos seis años: Este es el requisito mínimo para poder acceder a la prestación contributiva, lo que implica haber estado en el mercado laboral y haber contribuido a la seguridad social.
- Estar en situación legal de desempleo: Esto significa que la pérdida del empleo debe ser involuntaria, ya sea por despido, finalización de un contrato temporal o reestructuración empresarial.
- Inscripción como demandante de empleo en el SEPE: Es imprescindible registrarse y mantener actualizada la demanda de empleo, lo que asegura que estás activamente buscando trabajo.
- Compromiso de actividad: Los beneficiarios deben comprometerse a buscar empleo activamente y participar en programas de formación o inserción laboral.
¿Cuánto dura la prestación por desempleo?
La duración de la prestación por desempleo no es fija y varía según el tiempo que hayas cotizado en los años previos a tu situación de desempleo. A continuación, se presentan los plazos:
- 360 a 539 días cotizados: 120 días de prestación.
- 540 a 719 días cotizados: 180 días de prestación.
- 720 a 899 días cotizados: 240 días de prestación.
- Más de 1,080 días cotizados: Hasta 720 días (dos años) de prestación.
El importe a percibir es del 70% de la base reguladora durante los primeros seis meses, luego baja al 50% a partir del séptimo mes. La base reguladora se calcula considerando la media de las bases de cotización de los últimos 180 días trabajados.
¿Qué pasa si no has cotizado lo suficiente?
Si no has alcanzado los 360 días de cotización, no podrás acceder a la prestación contributiva. Sin embargo, podrías ser elegible para un subsidio por insuficiencia de cotización, que se distribuye de la siguiente manera según tus circunstancias familiares:
- Con cargas familiares y entre 3 y 5 meses de cotización: Puedes recibir el subsidio por el mismo número de meses cotizados.
- Con cargas familiares y al menos 6 meses de cotización: El subsidio puede extenderse hasta 21 meses, en periodos renovables de seis meses.
- Sin cargas familiares y al menos 6 meses de cotización: La ayuda se concede durante un máximo de seis meses.
El importe de este subsidio se fija en el 80% del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM), lo que se traduce en aproximadamente 600 euros mensuales en 2025.
¿Y si has agotado el paro?
Si has llegado al final de tu prestación contributiva y aún te encuentras sin empleo, existen varias opciones de subsidios que puedes considerar:
- Subsidio por agotamiento del paro con cargas familiares: Este subsidio puede durar hasta 30 meses y se concede en periodos renovables de seis meses.
- Subsidio para mayores de 45 años sin cargas familiares: Este subsidio se concede por un período máximo de seis meses.
- Subsidio para mayores de 52 años: Especialmente diseñado para desempleados de 52 años o más, que hayan cotizado al menos seis años. Este subsidio se mantiene hasta la jubilación y contribuye a la pensión.
¿Puedo cobrar el paro si dejo mi trabajo voluntariamente?
Generalmente, la baja voluntaria no otorga derecho a la prestación por desempleo, ya que la ley establece que la pérdida de empleo debe ser involuntaria. Sin embargo, hay excepciones que permiten a algunos trabajadores acceder al paro incluso tras dejar su trabajo de forma voluntaria:
- Modificaciones sustanciales en las condiciones de trabajo que afectan negativamente tu jornada, salario o responsabilidades.
- Incumplimiento de las obligaciones salariales por parte de la empresa, como pagos atrasados.
- Situaciones de acoso laboral o vulneraciones de derechos fundamentales.
Ante cualquiera de estas circunstancias, es aconsejable buscar asesoramiento legal para presentar correctamente la solicitud de desempleo y reunir la documentación necesaria.
Otras ayudas para desempleados
Además de las prestaciones por desempleo, existen otras ayudas que pueden ser de utilidad para quienes se encuentran en situación de desempleo:
- Renta Activa de Inserción (RAI): Esta ayuda está destinada a desempleados de larga duración, víctimas de violencia de género o emigrantes retornados mayores de 45 años.
- Subsidios extraordinarios: Como el Subsidio Extraordinario por Desempleo (SED), dirigido a quienes han agotado otras ayudas y se encuentran en una situación de necesidad económica.
Es crucial que, al perder tu empleo, te inscribas en el SEPE lo antes posible y explores todas las opciones de ayuda disponibles. Además, aprovecha este tiempo para formarte y mejorar tus habilidades, ya que la proactividad en la búsqueda de empleo puede ser determinante para reincorporarte al mercado laboral rápidamente. ¡Mucha suerte en tu búsqueda!
Para obtener más información sobre el proceso de cobro del paro en España, puedes consultar este video que cubre los aspectos esenciales:
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