Cómo manejar tareas no asignadas y mejorar la movilidad funcional

¿Te han pedido alguna vez que realices tareas que no corresponden a tu puesto de trabajo? Este tipo de situaciones son más comunes de lo que parece y pueden generar confusiones y malentendidos. Conocer tus derechos y la normativa que regula estas situaciones es fundamental para proteger tu bienestar laboral. La movilidad funcional es un concepto clave en este contexto, y entender su alcance y límites te permitirá actuar de manera informada en caso de que se presente esta situación.

Definición de movilidad funcional en el trabajo

La movilidad funcional se refiere a la capacidad que tiene la empresa para asignar a sus trabajadores la realización de tareas diferentes a aquellas para las que fueron contratados, siempre que existan razones técnicas, organizativas o productivas que justifiquen dicho cambio. Por ejemplo, si trabajas como administrativo y tu supervisor te pide que asistas temporalmente al departamento de atención al cliente, esto se considera movilidad funcional.

Es importante destacar que la movilidad funcional no implica un cambio de puesto o de contrato, sino simplemente un ajuste en las tareas que realizas mientras mantienes tu empleo. Sin embargo, existen límites que deben ser respetados para que esta práctica sea legal y justa para todos los trabajadores.

Clasificación de la movilidad funcional

La movilidad funcional se puede clasificar en dos tipos principales:

🔄 Movilidad horizontal

Este tipo de movilidad implica cambios en las tareas dentro del mismo grupo profesional. Por ejemplo, si eres un camarero y te piden que ayudes en la barra o en el área de servicio a la mesa, eso es considerado movilidad horizontal. No hay un cambio en la categoría laboral, y la empresa no necesita modificar tu contrato ni tu salario, siempre que se respeten tus condiciones laborales básicas.

⬆️ ⬇️ Movilidad vertical

En la movilidad vertical, las tareas asignadas pueden ser de un grupo profesional superior o inferior. Algunos ejemplos incluyen:

• Si se te solicita realizar tareas que corresponden a un puesto de mayor responsabilidad, tienes derecho a recibir el salario correspondiente mientras desempeñes esas funciones.
• Si se te asignan tareas de un nivel inferior, esto solo puede ser temporal y justificado. Además, no pueden rebajarte el sueldo por ello.

Este tipo de movilidad tiene límites más estrictos y debe ser una medida excepcional, justificada por necesidades organizativas o técnicas.

Marco legal de la movilidad funcional

La movilidad funcional está regulada por el artículo 39 del Estatuto de los Trabajadores. Este artículo establece varios puntos clave que debes tener en cuenta:

• La empresa puede cambiar tus funciones si existen razones técnicas, organizativas o de producción que lo justifiquen.
• El cambio debe realizarse dentro del grupo profesional que aparece en tu contrato o convenio colectivo.
• Si se te asignan funciones de un grupo superior, tienes derecho a recibir el salario correspondiente.
• Si las tareas asignadas son de un grupo inferior, deben ser temporales y no puede implicar una reducción de salario.

Además, es fundamental que la empresa respete tu dignidad y no utilice la movilidad funcional como una forma de castigo o discriminación.

Funciones permitidas y prohibidas en la movilidad funcional

Las tareas que puedes realizar dependen del grupo profesional al que perteneces, lo cual debe estar claramente definido en tu contrato o convenio colectivo. En este contexto:

✅ Tareas que puedes realizar:

• Funciones que están dentro de tu grupo profesional.
• Tareas similares a las que realizas normalmente, siempre que no implique una modificación sustancial de tus condiciones laborales.

❌ Tareas que no deberías realizar:

• Funciones de un grupo inferior durante períodos prolongados o sin justificación adecuada.
• Tareas de un nivel superior sin el salario correspondiente.
• Cambios permanentes de función sin una modificación contractual acordada.
• Actividades para las que no estás capacitado si suponen un riesgo para tu salud o seguridad.

Acciones a seguir si la empresa incumple con la movilidad funcional

Si consideras que estás realizando tareas que no te corresponden o que te han cambiado de funciones de manera injustificada, tienes derecho a reclamar. Algunas acciones que puedes llevar a cabo incluyen:

• Consultar con tu delegado sindical o representante legal de los trabajadores para obtener asesoramiento y apoyo.
• Pedir por escrito que se aclaren las funciones que estás desempeñando y la justificación de las mismas.
• Contactar a la Inspección de Trabajo si consideras que tus derechos están siendo vulnerados.
• Consultar con un abogado laboralista o acudir a los servicios jurídicos de tu sindicato si eres afiliado.

Consecuencias de cambios prolongados en las funciones laborales

Si la movilidad funcional que te han asignado es significativa y se mantiene durante un período prolongado, puede ser considerada una modificación sustancial de tus condiciones de trabajo. En este caso, la empresa debe comunicártelo por escrito con al menos 15 días de antelación, permitiéndote así decidir si aceptas el cambio, lo rechazas o incluso solicitas la extinción de tu contrato con una indemnización.

Es crucial mencionar que no pueden obligarte a realizar tareas que impliquen un riesgo para tu salud o integridad física, especialmente si no has recibido la capacitación adecuada para realizarlas de manera segura.

Finalmente, es esencial que la movilidad funcional no se utilice como una forma de castigo o represalia. Todos los cambios de funciones deben respetar tu dignidad como trabajador y estar justificados por razones técnicas u organizativas, y no por motivos personales o arbitrarios.

Para una comprensión más profunda de este tema, puedes ver el siguiente video que aborda la modificación de funciones del trabajador y qué hacer ante situaciones relacionadas:

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