Las mujeres ya no lloran, ¿ahora facturan?

La frase “Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan” ha resonado en la cultura popular desde su aparición en la colaboración entre la cantante colombiana Shakira y el productor argentino Bizarrap. Esta poderosa declaración no sólo capta la atención, sino que invita a reflexionar sobre la situación actual de las mujeres en el ámbito laboral y cómo han cambiado las dinámicas de género en el trabajo. Al preguntarse si las mujeres están realmente “facturando” de acuerdo a sus capacidades profesionales, se revela la necesidad de analizar la brecha salarial que persiste en muchas sociedades.

La brecha salarial es un fenómeno complejo que ha sido objeto de estudio por diversos organismos internacionales, incluyendo la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y ONU Mujeres. A través de esta exploración, buscamos comprender no solo las cifras detrás de la desigualdad salarial, sino también el contexto y las causas que perpetúan este problema. Es fundamental comenzar definiendo qué entendemos por brecha salarial.

Índice
  1. ¿Qué es la brecha salarial?
  2. Causas de la brecha salarial: ¿en qué se basan?
  3. La brecha salarial en Chile
    1. 1. Empleo a tiempo parcial
    2. 2. Acceso limitado a empleos protegidos
    3. 3. Trabajos socialmente menos valorados
    4. 4. Autovaloración y negociación salarial
    5. 5. Ignorancia sobre la diversidad en el trabajo
  4. Acciones para combatir la brecha salarial

¿Qué es la brecha salarial?

La brecha salarial se refiere a la diferencia en el salario que perciben personas que realizan trabajos de igual valor en una misma organización. Este concepto está respaldado por principios de igualdad y no discriminación, que se encuentran reflejados en la legislación laboral de muchos países. Sin embargo, a pesar de contar con un marco legal, en la práctica esta brecha sigue siendo una realidad observable tanto en el mercado laboral chileno como a nivel global.

Existen diversos factores que alimentan esta brecha, y es crucial que entendamos cómo se manifiestan en diferentes contextos. La brecha salarial no solo es un problema de desigualdad de género, sino que también se ve influenciada por otros factores estructurales que afectan a diversos grupos dentro de la población laboral.

Causas de la brecha salarial: ¿en qué se basan?

La brecha salarial no puede ser atribuida a un solo factor. En cambio, se origina por una combinación de elementos que van desde sesgos culturales hasta estructuras del mercado laboral. Aquí hay algunos factores clave que contribuyen a esta situación:

  • Discriminación de género: Las mujeres, en promedio, suelen recibir salarios más bajos que sus contrapartes masculinas, independientemente de su nivel educativo o experiencia.
  • Accesibilidad a empleos de calidad: Muchas mujeres no tienen acceso a empleos protegidos que ofrezcan los beneficios laborales adecuados.
  • Normas culturales: Las expectativas sociales sobre los roles de género pueden limitar las oportunidades laborales para las mujeres.
  • Condiciones familiares: La maternidad y las responsabilidades del hogar a menudo afectan la disponibilidad de tiempo de las mujeres para el trabajo remunerado, llevándolas a aceptar empleos a tiempo parcial.
  • Autovaloración: Algunas mujeres pueden subestimar su valía en el entorno laboral, aceptando salarios más bajos por falta de confianza en sus habilidades.

En el contexto chileno, según datos de ONU Mujeres, las mujeres perciben en promedio un 27% menos que los hombres. Además, la brecha salarial en América Latina se sitúa en un 14,5%, lo que refleja un desafío persistente que necesita ser abordado con urgencia.

La brecha salarial en Chile

A continuación, exploramos cinco razones que contribuyen a la brecha salarial en Chile, enfocándonos en la variable de género:

1. Empleo a tiempo parcial

El empleo a tiempo parcial es más común entre las mujeres, muchas veces debido a la necesidad de equilibrar responsabilidades laborales con el cuidado de hijos o familiares. Este tipo de trabajo, por lo general, ofrece salarios más bajos. Un estudio revela que, en promedio, las mujeres dedican 41 horas semanales a trabajos domésticos y de cuidado no remunerados, en comparación con las 19 horas que dedican los hombres.

2. Acceso limitado a empleos protegidos

Los empleos protegidos son aquellos que ofrecen seguridad laboral y beneficios. Las mujeres a menudo se ven excluidas de estos puestos, lo que les impide avanzar en sus carreras. Aunque muchas tienen la formación necesaria, factores como la maternidad y la falta de tiempo para trabajar horas extras contribuyen a esta situación. Por ejemplo, los trabajadores con contratos formales perciben un 29,5% más que aquellos que trabajan en condiciones menos favorables.

3. Trabajos socialmente menos valorados

Los sectores mejor remunerados, como las ciencias y tecnologías, suelen ser dominados por hombres. Las mujeres, en cambio, suelen trabajar en áreas de cuidado y servicios, que históricamente han sido desvalorizadas. Esta percepción de que el trabajo de cuidado es menos valioso que el trabajo técnico perpetúa la brecha salarial.

4. Autovaloración y negociación salarial

La autovaloración es una problemática que afecta a muchas mujeres, quienes, debido a normas culturales, pueden llegar a aceptar salarios más bajos. A menudo, las mujeres son menos propensas a negociar sus salarios y pueden sentir que su trabajo no es tan valioso como el de sus colegas masculinos.

5. Ignorancia sobre la diversidad en el trabajo

El desconocimiento sobre los beneficios que la diversidad aporta al entorno laboral puede justificar la falta de iniciativas para cerrar la brecha salarial. Las empresas que no reconocen el valor de la diversidad pueden seguir perpetuando desigualdades, limitando el potencial de sus empleados.

Acciones para combatir la brecha salarial

Frente a este panorama, es fundamental que las mujeres y la sociedad en general se involucren en la lucha contra la brecha salarial. Aquí hay algunas acciones que puedes considerar:

  • Busca empresas inclusivas: Postula a organizaciones que implementan políticas para reducir la brecha salarial y promueven la equidad de género.
  • Educa sobre tus derechos: Infórmate sobre la legislación laboral que protege tus derechos salariales y laborales.
  • No te conformes: Si sientes que no se valora tu trabajo, busca oportunidades que reflejen tu verdadero valor y capacidades.
  • Promueve la igualdad en casa: Involucra a tu pareja en las responsabilidades del hogar para aliviar la carga de trabajo no remunerado.
  • Negocia tu salario: Prepárate para negociar tu salario y no temas pedir lo que realmente mereces en función de tu formación y experiencia.

Además, es fundamental que las empresas asuman un rol activo en esta lucha. Muchas organizaciones están comenzando a implementar iniciativas que promueven la equidad salarial, pero se necesita un esfuerzo conjunto para lograr un cambio duradero. Por ejemplo, algunas están adoptando prácticas de transparencia salarial y revisando sus políticas de contratación.

Para ver cómo la música puede ser una poderosa herramienta en la lucha por la igualdad, te invitamos a ver el siguiente video de Shakira que ha capturado la atención mundial:

La canción “Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan” se ha convertido en un himno para muchas que luchan por la igualdad y el reconocimiento en el ámbito laboral. Este tipo de mensajes son cruciales para continuar generando conciencia sobre la importancia de cerrar la brecha salarial y valorar el trabajo de las mujeres en todas sus formas.

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