Consecuencias de no aprobar el ERTE en mi empresa

La situación laboral en España ha experimentado cambios drásticos en los últimos años, especialmente a raíz de la pandemia del coronavirus. Con más de 530.000 empresas solicitando un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), es crucial entender qué implica esta medida y qué sucede si no se aprueba. A continuación, exploraremos a fondo el funcionamiento de los ERTE y sus implicaciones para empleados y empresas.

Índice
  1. La aprobación provisional de algunos ERTE
  2. Motivos de desestimación de un ERTE
  3. Los empleados no tienen que iniciar ningún trámite
  4. Nuevos ERTE hasta el 30 de septiembre
  5. ¿Qué ocurre si no se acepta el ERTE?
  6. ¿Cuánto tiempo se tarda en aprobar un ERTE?
  7. ¿Quién aprueba un ERTE?
  8. ¿Cómo afecta un ERTE a una empresa?

La aprobación provisional de algunos ERTE

La pandemia obligó a muchas empresas a suspender o reducir drásticamente su actividad, lo que llevó a una rápida adopción de medidas extraordinarias. Durante este tiempo, los trabajadores se encontraron en casa, enfrentando una gran incertidumbre sobre su futuro laboral. La falta de información generó un ambiente de preocupación, ya que muchos solo conocían que su empresa había solicitado un ERTE.

La avalancha de solicitudes de ERTEs, provocada por la emergencia sanitaria, saturó las administraciones públicas. Esto dio lugar a una situación conocida como silencio administrativo, donde la falta de respuesta por parte de la autoridad laboral se interpretó como una aprobación provisional del ERTE. A pesar de que la empresa no recibiera respuesta en los plazos establecidos, esto no garantizaba que el expediente fuera aprobado de forma definitiva en el futuro.

Es importante señalar que, si bien el silencio administrativo puede ofrecer una solución temporal, la autoridad laboral tiene el derecho de revisar y desestimar el ERTE más adelante, especialmente si hay un impugnación por parte de los representantes de los trabajadores.

Motivos de desestimación de un ERTE

En algunos casos, la autoridad laboral ha denegado solicitudes de ERTE por fuerza mayor. Las razones más comunes incluyen la falta de justificación para que la empresa se beneficiara de la exención de cotizaciones. Esto puede ocurrir si se determina que, a pesar de la situación pandémica, la actividad empresarial puede continuar de alguna manera, aunque sea con modificaciones.

Cuando un ERTE es denegado, la responsabilidad por el pago de los salarios recae completamente en la empresa, ya que el Estado no cubrirá el 75% de la base reguladora. En este contexto, los empleados se enfrentan a un escenario incierto, donde no recibirán la protección económica que se esperaba.

Si la denegación del ERTE por fuerza mayor ocurre, la empresa tiene la opción de iniciar un nuevo expediente, esta vez bajo causas económicas, técnicas, organizativas o de producción (ETOP). Sin embargo, en este caso, la empresa no estará exenta del pago de cotizaciones.

A pesar de estos contratiempos, es fundamental que los empleados sepan que la denegación del ERTE no les perjudica directamente. La empresa debe seguir cumpliendo con sus obligaciones salariales y no puede exigir a los trabajadores recuperar el tiempo no trabajado en espera de una resolución.

Los empleados no tienen que iniciar ningún trámite

En caso de que una empresa que tuvo una solicitud de ERTE denegada inicie un nuevo procedimiento por ETOP, los trabajadores comenzarán a generar derecho a prestación desde el momento en que fueron enviados a casa. Este proceso es completamente responsabilidad de la empresa, y los empleados no deben realizar ninguna gestión adicional.

Con el fin del estado de alarma, las empresas pueden recurrir a nuevas modalidades de ERTE, que podrán estar vigentes hasta el 30 de septiembre. Esta extensión busca proporcionar flexibilidad y apoyo a las empresas que aún enfrentan dificultades para retomar sus operaciones con normalidad.

Nuevos ERTE hasta el 30 de septiembre

El Real Decreto-ley publicado el 27 de junio introdujo dos nuevas modalidades de ERTE. Estas modalidades no solo buscan facilitar el reinicio de actividades, sino que también ajustan las aportaciones que las empresas deben realizar a la seguridad social.

Las nuevas modalidades incluyen:

  • ERTE de fuerza mayor parcial: Esto implica una reducción del 60% en las cotizaciones para los trabajadores que regresan a sus puestos en empresas con menos de 50 empleados y un 40% para aquellas con más de 50 trabajadores.
  • ERTE de transición: Este se aplica a empresas que aún no han podido reanudar su actividad normal. La exoneración de cotizaciones disminuirá progresivamente a medida que se acerque la fecha límite de septiembre.

Estas medidas fueron el resultado de un consenso entre el Gobierno y los agentes sociales, buscando así reactivar el empleo y ofrecer un soporte a las empresas afectadas por el parón económico derivado del estado de alarma.

¿Qué ocurre si no se acepta el ERTE?

Los trabajadores que no acepten el ERTE están en su derecho de hacerlo, pero deben ser conscientes de las posibles repercusiones. Si no aceptan la propuesta, la empresa deberá seguir con su responsabilidad de pagar los salarios, pero esto también puede llevar a un conflicto laboral.

Es crucial que los trabajadores estén informados sobre sus derechos y las implicaciones de rechazar un ERTE, ya que podría afectar su relación con la empresa y su futura situación laboral.

¿Cuánto tiempo se tarda en aprobar un ERTE?

El tiempo de aprobación de un ERTE puede variar considerablemente dependiendo de la carga de trabajo de las administraciones y la complejidad del caso. En general, si no hay respuesta en un plazo de cinco días, se puede considerar que ha habido un silencio administrativo. Sin embargo, esta no es una garantía de que el ERTE sea aprobado a largo plazo.

Las empresas deben tener en cuenta que el proceso puede ser prolongado y que deben prepararse para posibles retrasos en la aprobación de sus expedientes.

¿Quién aprueba un ERTE?

La aprobación de un ERTE recae en la autoridad laboral correspondiente, que evalúa cada solicitud basándose en la documentación presentada y las justificaciones aportadas por la empresa. Esta evaluación se realiza con criterios específicos que buscan asegurar que la medida sea realmente necesaria y justificada.

La autoridad laboral tiene la facultad de solicitar documentación adicional o incluso realizar inspecciones para verificar que la solicitud de ERTE se basa en circunstancias reales y no en intentos de abuso del sistema.

¿Cómo afecta un ERTE a una empresa?

La implementación de un ERTE puede tener efectos significativos sobre una empresa. Entre los más destacados se encuentran:

  • Reducción de costos: Al suspender temporalmente los contratos de trabajo, las empresas pueden reducir gastos operativos durante períodos económicos difíciles.
  • Preservación del talento: Permite a las empresas mantener a sus empleados en lugar de despedirlos, lo que es vital para la recuperación cuando la situación mejore.
  • Impacto en la moral del equipo: La incertidumbre y los despidos pueden afectar la moral de los empleados restantes, lo que puede influir en la productividad.

Es fundamental que las empresas gestionen adecuadamente la comunicación y el proceso de implementación para mitigar los efectos negativos que un ERTE puede tener en su cultura organizacional.

Para más información sobre esta compleja cuestión, puedes consultar el siguiente video que ofrece un análisis detallado sobre los ERTE y su impacto:

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