INE advierte aumento de brecha salarial entre trabajadores con y sin discapacidad

La brecha salarial entre trabajadores con y sin discapacidad es un tema que ha cobrado relevancia en los últimos años. Con datos recientes que demuestran una creciente disparidad, se vuelve crucial reflexionar sobre las implicaciones de este fenómeno en el ámbito laboral y social.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha presentado un informe alarmante sobre la situación de los salarios de los trabajadores con discapacidad en España. Según los datos del 2022, la diferencia salarial entre personas con discapacidad y aquellos sin ninguna limitación es más evidente que nunca. Este informe revela que, en promedio, los trabajadores con discapacidad recibieron un 18,7 % menos en sus salarios, lo que equivale a una diferencia anual de alrededor de 5.067,10 euros. Esta desigualdad pone de manifiesto la necesidad urgente de fomentar acciones que promuevan la diversidad, la equidad y la inclusión en el entorno laboral.
Los resultados del INE se centran en trabajadores que tienen un grado de discapacidad reconocido del 33 % o superior. En 2022, el salario medio de estos profesionales se situó en 22.040,7 euros brutos anuales. Aunque este número representa un aumento de 2.094,5 euros desde 2018, aún se encuentra a una distancia considerable del salario medio de los trabajadores sin discapacidad, que alcanzó los 27.107,8 euros brutos anuales en el mismo año.
La brecha salarial ha aumentado de manera preocupante en los últimos años. En comparación con el 17,2 % registrado en 2021, el incremento al 18,7 % en 2022 representa un crecimiento significativo. De hecho, desde 2012, esta brecha se ha ampliado en más de cuatro puntos porcentuales, pasando del 14,5 % al actual 18,7 %.
Desglose por género: brechas salariales significativas
Un análisis más profundo del informe del INE revela que la disparidad no es igual para todos los géneros. Las mujeres con discapacidad enfrentan una brecha salarial de 14,57 % en comparación con sus compañeras sin discapacidad. Esto se traduce en que las trabajadoras con discapacidad perciben, en promedio, 3.563 euros menos al año.
En el caso de los hombres, la situación es aún más alarmante. La brecha salarial se incrementa a 22,54 %, lo que significa que los hombres con discapacidad ganan anualmente 6.670,7 euros menos que sus pares sin discapacidad. Estos datos revelan la intersección de las desigualdades de género y discapacidad en el ámbito laboral.
¿Sabías que el salario medio anual bruto de las personas con discapacidad es de 22.041 euros? ¿Y que la ratio salarial es de un 81,3%?
Grados de discapacidad y cómo influyen en los resultados salariales
Una de las cuestiones fundamentales que plantea el informe es la baja participación en el mercado laboral de las personas con discapacidad. En 2022, su contribución al mercado laboral fue apenas del 35,3 %, en contraste con el 78 % de participación de los trabajadores sin discapacidad. Esta diferencia demuestra que, a pesar de las iniciativas para promover la inclusión, los resultados no son equitativos.
Los tipos y grados de discapacidad también juegan un papel crucial en esta situación. Las personas con discapacidad intelectual reciben un salario medio de 15.025,4 euros brutos anuales, mientras que aquellos con discapacidad mental ganan alrededor de 17.930,8 euros. Estos grupos son los peor remunerados en comparación con aquellos que tienen discapacidades sensoriales o físicas, cuyos ingresos ascienden a 23.887,8 euros y 23.796,2 euros, respectivamente.
La brecha salarial también se intensifica entre los diferentes grados de discapacidad. Los trabajadores con un grado de discapacidad superior al 65 % perciben en promedio 20.079,5 euros brutos anuales. Por otro lado, aquellos con un grado reconocido de entre 33 y 45 % obtienen salarios casi 3.000 euros superiores, promediando 23.021,8 euros anuales.
La creciente brecha salarial entre trabajadores con y sin discapacidad no solo afecta a las finanzas personales de los afectados, sino que también tiene un impacto significativo en el bienestar social y en la economía en general. La exclusión laboral de las personas con discapacidad puede generar un efecto dominó en la economía, ya que se limita su capacidad de contribuir al mercado y de generar ingresos.
Además, la falta de oportunidades laborales para este grupo poblacional puede aumentar la dependencia de ayudas sociales, lo que a su vez puede generar un costo adicional para el Estado. Por lo tanto, abordar esta problemática no solo es una cuestión de justicia social, sino también de sostenibilidad económica.
Iniciativas para reducir la brecha salarial
Frente a esta alarmante situación, es esencial que las empresas y las instituciones adopten medidas proactivas para cerrar la brecha salarial. Algunas de las iniciativas que se pueden implementar incluyen:
- Promover políticas de inclusión laboral que favorezcan la contratación de personas con discapacidad.
- Establecer programas de capacitación y formación profesional adaptados a las necesidades de este colectivo.
- Fomentar un entorno laboral inclusivo que respete la diversidad y garantice la igualdad de oportunidades.
- Realizar auditorías salariales para identificar y corregir desigualdades en la remuneración.
- Crear incentivos fiscales para las empresas que contraten a personas con discapacidad.
Abordar la brecha salarial entre trabajadores con y sin discapacidad requiere un esfuerzo conjunto tanto del sector público como del privado. La creación de un entorno laboral inclusivo no solo beneficiará a aquellos que enfrentan discapacidades, sino que también enriquecerá la diversidad y la innovación dentro de las organizaciones.
Para profundizar más sobre este tema, se puede consultar el siguiente video que aborda la disparidad en el mercado laboral:
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